El Justo camino

El Justo camino

El Justo camino que me lleva
hacia ti, es un haz de Luna.
La frecuencia doble
del tono que afina,
es La nota perfecta
que canta tu nombre.
El éter inefable de tu sombra
asume el papel
de ala protectora
para mis sueños
de un invierno al ras
que me exaspera.
No me quiero explicar
este reencuentro
en el último tercio de mi vida,
pero ten por seguro
que te voy a extrañar
si me haces falta.
Sabes muy bien
que el día que me vaya
te voy a dejar
mi silencio mas puro,
y ese llanto antisolemne
que sólo lo provoca la alegría.
Déjame estar contigo
para asir con nuestros sueños
la delicada eternidad
de este momento.

Fer Amaya

Me parto la vida

Me parto la vida

Me parto la vida por ti;
la vida, no el alma,
pues es con el alma
con lo que te vivo.
Mas toda la vida
se abre de un tajo
para hacerte saber
mi firme disposición
por asumirme
a tu libertad
como se hace con
los tiestos nublados
de la dicha.
Ya verás a mi vida
desperdigada
por los campos
de tu felicidad
asumiendo su razón
de flor y raíz,
te cantarán sus guijarros,
y sus astillas
se harán guitarra de festejo.
Pero el alma invicta
abogará por un amor tardío;
pero amor al fin,
sin inclusión
de otro sentimiento.
Pródigo amor de tiempo florecido,
por la luz de tu sombra inesperada.

Fer Amaya

Poseer y poesía

Poseer y poesía

Él la poseía, yo la poesía.
él tenía su piel, su intimidad,
sus besos; yo, su candor,
su nube, su sonrisa.
Él la poseía, su rubor, su voz, sus dientes;
yo la poesía, la noche,
la brisa, los recuerdos.
Nos enseñamos a amarla
cada quien a su manera:
el hombre, con su voluntad
de ardoroso cazador
empecinado; el poeta,
con su elegante discurrir
en la pauta del poema.
Y no somos el mismo:
él soy yo, el hombre
que la posee; yo soy él,
el poeta que le escribe
este canto urgido de su escucha,
de su amor y su embeleso.

Fer Amaya

Foto: Lala Ninsaye Fierros

Soy

Soy

Soy un monstruo de soledad,
un ser imperfecto,
un aedo abominable.
Y todo lo que quieras sumar
a mí fatídica empresa.
Esta de hacer versos
sin razón y sin sentido.
Asumo mi quehacer
de truhán si remedio,
tal que fuera el proxeneta
de las fúnebres metáforas,
el granuja de los tópicos funestos.
Dejo abierta la opción
para que entren
más términos a fin de etiquetarme
con los que hurguen
el oprobio de mi sentir nefasto.
Sólo un punto a mi favor,
si lo quisieras considerar:
doy mi vida entera por el amor
y la poesía.

Fer Amaya

Salvo la aurora

Salvo la aurora

Salvo la aurora,
no hay algo más bello
que la efigie
de tu cuerpo desnudo
iluminando el mundo.
Salvo el poniente,
no hay refugio
tan preciado y seguro
que tu piel más íntima,
esa que alberga
el pulso febril de mi canto.
Salvo tú, todo lo demás
es vacío, sombra, silencio.

Fernando Amaya

Imagen: Xants

Mientras

Mientras

Mientras más grande
era mi dolor
mas te buscaba.
Increpaba a las moscas,
a la noble fetidez
de las rosas marchitas.
Mientras más se ahondaba
el vacío de la certeza negada
en mi vientre rendido,
más y más hacía por ti,
como los sueños
hacen por la noche
que se dobla
sobre el lecho desahuciado.
Mientras mayor era mi despecho
mas te amaba, poesía,
como se ama la vida
cuando el alma se percata
que nada es para siempre.

Fer Amaya

Foto: Xants