Para cuando todo se haya consumado,
para cuando nuestro patrimonio sólo sea
un montículo de huesos en no importa que lugar,
mi canto seguirá celebrando
la huella de tu pie sobre la arena.
Porque es esta una celebración perfecta y constante,
como el ciclo de los astros
en su vida por el cosmos.
Una huella cósmica que tu pie
marca sobre el espejo de la bajamar,
es el motivo de ni aclamación,
no fijo mi atención en otra cosa,
ni siquiera en el deleite de tus ojos glaucos,
ni siquiera en la efigie
de tu belleza legendaria.
La huella de tu pie sobre la arena
es un compendio
de pétalos armónicos,
expresando la melodía del color,
desde la dulce partitura
de las flores perennes.
La huella de tu pie sobre la arena
es un canto que mi mar recorre
de principio a fin,
cual si fuera motivo
de su labor de poeta esforzado,
cuando traza el sino de la noche
con la luz intensa
de tu paso y su cadencia
Cipolite 