Embargo
El embargo que tu amor
ha hecho de mis ansias,
es más cuantioso que
todo el oro guardado
en las arcas del tiempo.
Vivo recluido por eso:
mi deuda con tu amor es infinita.
Pero tu amor no existe,
es como un Dios al que venero
sin saber de él a ciencia cierta.
Le ofrezco rezos, le consagro dones,
le doy el pan sagrado de la poesía,
y no logro satisfacer siquiera el pago de
la mano que derrama en mí
su bendición negada.
Me resigno a vivir con este embargo,
y a depositar mi óbolo
en la cesta sin fondo
de tu amor ausente.
Fer Amaya